La escena de la foto, desgraciadamente, es cada vez más habitual: grupos numerosos de ballenas encuentran la muerte varadas en playas solitarias de distintos lugares del planeta, mientras grupos de esforzados voluntarios luchan lo indecible por devolverlas al mar antes de que sea demasiado tarde. En esta ocasión, la tragedia sucedió en la isla del Norte, en Nueva Zelanda, donde 35 ballenas piloto, también conocidas como calderón, han fallecido atrapadas en la arena. Más suerte tuvieron otros 40 ejemplares, que fueron salvadas por equipos del Ministerio de Conservación.
2 comentaris:
Enhorabuena César, ¿no ha sido tan complicado verdad? Gracias por estrenar el sitio. Espero que este sea el primero de una serie de artículos más y más interesantes.
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