dilluns, 21 d’abril del 2025

Moléculas inmunitarias actúan en el cerebro y provocan ansiedad o sociabilidad

 Un equipo de investigadores estadounidenses han demostrado, mediante un estudio llevado a cabo en ratones, que las citoquinas, moléculas mediadoras de la inflamación,  no solo actúan frente a agentes patógenos sino que también modifican el comportamiento actuando en algunas regiones del cerebro.

Los Investigadores del MIT y la facultad de medicina de Harvard, han descubierto que la familia de moléculas IL-17 actúan el la amígdala provocando ansiedad y en la corteza somatosensorial estimulando la sociabilidad. De esta manera, Gloria Choi, una de las autoras principales del estudio, afirma que el sistema inmunitario y nervioso están fuertemente interconectado, es decir, el cerebro está relacionado directamente con las enfermedades.



El "efecto fiebre"

La IL-17 está involucrada en el conocido "efecto fiebre", donde los síntomas de los niños con autismo disminuyen cuando tienen fiebre. Según un estudio realizado en 2019, esta molécula libera y suprime la región S1DZ de la corteza cerebral en determinadas infecciones, sobreactivando las neuronas, en ratones se producen síntomas condutales similares al autismo.

Concretamente, la molécula involucrada es la IL-17E, un tipo de IL-17, que se une a los receptores IL-17RA e IL-17RB produciendo una menor excitación de las neuronas que conducirá a los efectos conductuales. Según Choi, otro de los investigadores, estas moléculas actúan como neuromoduladores.

Procesamiento de las emociones

El equipo exploró otra región del cerebro donde encontraron receptores IL-17, la amígdala, donde se procesan emociones como el miedo y la ansiedad. En concreto, esta última augmenta por la unión de IL-17A e IL-17C a los recptoresIL-17RA e IL-17RE, augmentando la cantidad de IL-17C cuando los receptores son bloqueados por los anticuerpos.

Todo esto, explica los resultados inesperados en el ensayo clínico del fármaco dirigido al receptor IL-17RA para el tratamiento de los efectos mentales de la psoriasis.

A parte, descubrieron que en la amígdala, los receptores de IL-17 también tienen receptores paras las IL-10, que suprime la inflamación, neutralizando la ansiedad al contrarrestar la IL-17. Ambos estudios muestran que el sistema inmunitario, e incluso una sola familia de citoquinas como la IL-17, puede influir de múltiples formas en el cerebro. Distintos receptores de IL-17 en áreas cerebrales específicas regulan comportamientos opuestos, desde sociabilidad hasta ansiedad.


Las interacciones neuroinmunitarias, podrían usarse como nuevo método terapéutico, para tratar trastornos como el autismo o la depresión. En lugar de actuar sobre el cerebro, se propone modular el sistema inmunitario.


2 comentaris:

Anònim ha dit...

El estudio muestra que las citoquinas, como la IL-17, no solo combaten infecciones, sino que también afectan cómo nos sentimos y comportamos. Esto podría llevar a nuevas maneras de tratar el autismo y la depresión, al cambiar el sistema inmunitario en lugar del cerebro.

MGG ha dit...

Me ha gustado mucho esta noticia porque es increíble ver como las citoquinas, que siempre hemos asociado con la inflamación, también afectan al comportamiento y que cosas como la ansiedad o la sociabilidad puedan estar relacionadas con el sistema inmunológico.