divendres, 21 de febrer del 2020

Cómo afecta nuestro cerebro a la adicción a la comida



     Relacionando el cerebro con la adicción a la comida


   A día de hoy el tema de la nutrición y de cómo alimentarse adecuadamente es un tópico bastante concurrido y con diversas teorías acerca de ello. Aun creyendo que sabemos cómo llevar una alimentación equilibrada y sana, lo cierto es que la mayoría de nosotros nos dejamos llevar por lo que nos apetece comer en ese momento sin pararnos a pensar en si realmente nuestro cuerpo lo necesita o le es favorable.

La ingesta de la comida es uno de los problemas más graves, en cuanto a salud se refiere, de nuestra sociedad actual, tanto por la calidad como por la cantidad de lo que ingerimos. ¿Pero qué tiene que ver el cerebro en todo esto?


Desde la Universidad de Pompeu Fabra (UPF) han trabajado en este tema centrándose en la impulsividad a la hora de comer y el descontrol de lo que podemos llegar a ingerir. Para ello han contado con la colaboración de la Universidad de Mainz (Alemania), el Centro de Regulación Genómica, el Instituto Cajal, la Universidad Johannes Gutenberg (Alemania), la Universidad Autónoma de Barcelona y el Hospital del Mar.

Dicho experimento fue publicado en la revista Nature Communications y para su realización se hizo uso de roedores. Finalmente se descubrió la implicación de determinadas áreas corticales en el cerebro en la adicción a la comida y cómo esta puede derivar en trastornos alimentarios como la obesidad.

 La investigación demostró la implicación de la dopamina D2 en la ingesta de alimentos. La dopamina es un neurotransmisor que afecta de diferentes maneras al cerebro, principalmente al experimentar sensaciones de recompensa. Una de esas maneras es produciendo la sensación de placer la cual se obtiene principalmente con la comida, el sexo y las drogas. Es por ello que los investigadores relacionaron la adicción a la comida con la de las drogas. En este estudio identifican la sobreexpresión del gen receptor de la dopamina D2 a nivel del córtex prefrontal y cómo esta está relacionada con la pérdida de control durante la ingesta, como se ha dicho anteriormente.

Aunque no existe tratamiento efectivo para esta adicción, Rafael Maldonado (uno de los líderes del estudio) expresa como la localización del área cortical causante de la pérdida de control a la hora
de ingerir alimentos es un gran y beneficioso avance para llegar a una posible prevención y tratamiento de este trastorno. Sin embargo remarca el gran impacto socio-económico que produce la alimentación descontrolada y compulsiva.

Los autores han demostrado que una activación del circuito otorga mejor control sobre el refuerzo, mientras que una disminución de la actividad del circuito hace que se pierda el control inhibitorio y el animal sea más vulnerable a desarrollar una conducta adictiva. Por lo que una futura terapia podría ser conseguir la estimulación de dicho circuito cerebral.

La noticia acaba recordando como, en el núcleo de accubens, la comida produce un incremento de dopamina lo cual nos produce una sensación de placer. Es por ello por lo que puede llegar a hacerla tan adictiva. No obstante Laura Domingo (primera autora del artículo) remarca que en su estudio se han centrado en la toma de decisiones a nivel superior, dicho de otra manera, el control del sistema mediante las áreas corticales. Según dice, la parte menos estudiada.



        Aquí dejo un vídeo relacionado con la noticia, donde una psicóloga explica por qué sucede este trastorno alimentario y qué síntomas presenta.




                                               


   
  La noticia está relacionada con la asignatura de anatomía humana, concretamente con el sistema nervioso y fundamentalmente con el apartado de nutrición que estamos dando actualmente. Espero que os haya gustado.



   Este post está basado en la noticia publicada por la revista Sinc, aquí podéis leer la original. Las fotos las he extraído de aquí y aquí El vídeo lo cogí de aquí.