Un estudio reciente confirma que los padres pueden sacar provecho de las ventajas que la práctica deportiva aporta a los hijos.
Este estudio señala que unos y otros practican las mismas conductas en las gradas como en el campo, por esta razón, los entrenadores y progenitores deben de tener en cuenta la labor socializadora que ejercen sobre el menor.
Los padres que consideran el deporte como parte de la experiencia educacional de los hijos pueden beneficiarse de su aprendizaje, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Purdue, en Indiana (EE.UU.). El ejercicio organizado y en equipo aporta ventajas a los más pequeños: actividad física, autoconfianza, amistad, concentración, perseverancia, disciplina... Pero los investigadores aseguran que esto puede afectar en la misma medida a los padres. La revista "Journal of Sport and Exercise Psychology" ha publicado estas conclusiones.
Este estudio fue realizado con varias familias con hijos que practicaban deporte y los científicos analizaron la forma en que el deporte cambia la vida. Descubrieron que, mientras los niños aprenden a trabajar en equipo y amplían su círculo de amistades, los padres en las gradas llevan a cabo el mismo comportamiento o aprendizaje con los demas padres.También mejora la comunicación entre los padres, en referencia a la organización logística de la práctica deportiva y las habilidades para repartir el tiempo de forma eficiente. Mientras algunos padres aseguraron mantener las amistades después de que su hijo abandonara el deporte, otros manifestaron una pérdida emocional importante tras no hacerlo.
Un gran cantidad de padres se mostraron orgullosos de sus hijos, e incluso mostaron motivación por aprender el deporte que sus hijos practicaban.
En casos extremos, las ventajas que aporta el deporte de equipo pueden volverse en contra de padres e hijos. Esto tiene lugar cuando los padres se implican demasiado y toman decisiones que corresponden al entrenador. A pesar de que la mayoría de los padres no se ajustan a este modelo, conviene conocer que ciertas actitudes pueden alterar el trabajo planificado del entrenador.
El concepto de figura significativa es primordial en los niños. Cuando se practica un deporte, se genera un triángulo que incluye en cada vértice a los personajes implicados en su práctica: el propio niño, el entrenador y los padres. Estos dos últimos grupos deben ser conscientes de la labor socializadora que ejerce cada uno en el niño. Los padres educan y los entrenadores enseñan y forman a través del movimiento. En todo momento, estas figuras significativas son evaluadas por el inconsciente del niño, que interioriza sus pautas de comportamiento como valores correctos. Las formas de conducta y las reacciones de los menores no son, por tanto, casuales. Responden a las actitudes que el entorno les muestra. De ahí la necesidad de que los padres reconozcan cuál es su papel dentro del escenario deportivo.
ACTITUDES NEGATIVAS QUE SUELEN OCURRIR
Este mismo artículo de la National Association of Pediatric Nurse Practitioners da importancia a los comportamientos negativos paternos que pueden contribuir a finalizar la práctica deportiva de sus hijos. En algunos momentos, los padres no respetan el lugar que deben ocupar durante los partidos. En vez de mantenerse en las gradas, entran en el terreno de juego e invaden la zona del entrenador. Le aconsejan, incluso, a él y a los hijos cómo manejarse en el campo. Esta actitud genera confusión en el niño, que no sabe a quién debe obedecer.
La falta de respeto al resto de padres y al entrenador del otro equipo es otra forma de actuar negativa. El hijo puede sentir vergüenza por la reacción de sus padres o seguir este modelo de conducta. Por último, el artículo insta a animar al equipo del hijo, mostrar interés y entusiasmo, controlar las emociones, mantener una conversación con el entrenador cuando éste lo pida y agradecerle, de vez en cuando, la forma en la que ha llevado a cabo la dirección del equipo durante el partido.
2 comentaris:
Hablando con conocimiento de causa, puedo decir que el deporte aporta muchas cosas positivas tanto al jugador como a los padres de este. Bajo mi punto de vista un niño debería empezar a realizar un deporte en equipo cuanto antes mejor. Las cosas hay que vivirlas. No es lo mismo que tu padre te diga que hay que aprender a ganar y a perder que vivirlo. No es lo mismo que te digan que hay que compartir y no ser avariciosos que serlo. Por otro lado el deporte sirve para aprender a relacionarse, a comunicarse, a desconectar, a concentrase, a respetar, etc.
Aunque parezca poco creíble puede enseñarte muchas moralejas de la vida que nunca pensabas que ibas ha aprender en una cancha.
Si pensamos en el otro lado de la moneda, los padres pueden aprender con esta actividad a contenerse, a darse cuenta que no siempre podrán mandar en las decisiones de sus hijos, a contenerse hechos agresivos sobre su hijo, etc.
Supose que l'enllaç a la notícia serà aquest, que per cert està molt copiat
http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2009/09/07/187773.php
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