dijous, 30 d’octubre del 2008

¿Cómo caza el pez vela?


Ochenta kilómetros al nordeste de isla Mujeres, los peces vela patrullan las aguas azules del golfo de México, mientras los rabihorcados se mantienen suspendidos como flechas sobre el mar, para zambullirse de vez en cuando y salir con un bocado. Orientándose por su presencia, Anthony Mendillo, guía de pescadores deportivos y experto en localizar peces vela, timonea el Keen M hacia las bandadas. Bajo las aves un banco de centenares de sardinas se mueve como un solo pez, lanzando destellos con cada giro. Decenas de sombras alargadas orbitan en torno a la masa esférica de peces. Son los cazadores.
Los peces vela y las sardinas son animales migratorios y están distribuidos en muchas regiones del océano. Pero de enero a junio,Istiophorus platypterus y Sardinella aurita se encuentran cara a cara en este tramo de mar. Aquí la plataforma continental ofrece el hábito idóneo tanto para los depredadores como para las presas. Las aguas someras ricas en plancton son una promesa de alimento en abundancia.
La técnica de caza parece casi la de un mamífero. Los peces vela, que a menudo se desplazan en grupos poco estructurados, unen claramente sus fuerzas. Machos y hembras por igual rodean las presas, obligando al cardumen a cerrar filas y turnándose para atacar en cada ocasión con unos cuantos mordiscos. Cada rápida embestida se ve precedida por un sorprendente despliegue de la aleta dorsal, que amplía más del doble en el perfil del cazador.
Un destello a lo largo del cuerpo, a menudo con franjas de color azul plateado, se añade al efecto. Los melanóforos, unas células que contienen pigmentos oscuros, actúan “como persianas venecianas”, dice la neurobióloga Kerstin Fritsches, de la Universidad de Queensland, en Australia. Normalmente el animal tiene un aspecto poco llamativo, pero en situaciones de estrés o excitación, las células se contraen y los pigmentos producen magníficos colores metálicos en la piel.
Los estallidos de color pueden servir no sólo para poner nerviosas a las presas sino también para advertir a los otros peces vela que se mantengan alejados y evitar colisiones. “Esto puede ser importante, dado su aguzado hocico y la velocidad a la que nadan”, apunta Fristsches. De hecho, el “pico” de los peces vela (prolongación del maxilar superior que el pez agita a derecha e izquierda para aturdir a las presas, y que probablemente blande también contra tiburones, marlines y otros enemigos) es afilado como una daga. Los peces hacen turnos, y por lo visto ninguno pierde un ojo ni se queda con hambre.
Los peces vela aguardan a una distancia prudencial para atacar cuando sus presas quedan al descubierto. La caza se reanuda, y los depredadores vuelven a acorralar, atacar y devorar. Tras una carrera final para recoger los restos del festín, el juego mortal acaba, y los peces vela se retiran.

http://www.youtube.com/watch?v=xPh_vIJE7Js

1 comentari:

Rafa Mollà ha dit...

Quina relació hi ha amb el temari?
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