Incluida en el Libro Guiness de los Récords como "la bacteria más resistente del mundo", la Deinococcus radiodurans puede soportar temperaturas extremas, sequías severas, falta de nutrientes y un nivel de radiación mil veces mayor que el máximo que puede resistir un ser humano. Un equipo de investigadores de la Universidad Cornell revela ahora que el óxido nítrico desempeña un papel clave en la recuperación de la D. radiodurans cuando es expuesta a la radiación ultravioleta.El óxido nítrico es utilizado en muchos procesos metabólicos en los animales, pero también constituye un contaminante atmosférico que conduce a la formación de esmog.
El estudio puede ayudar a que la comunidad científica conozca mejor por qué y cómo los óxidos de nitrógeno actúan en los mamíferos como mensajeros de la comunicación intercelular, la dilatación del sistema vascular y la activación del sistema inmunitario. También puede contribuir a una mayor comprensión de la respuesta de las bacterias ante los tratamientos con antibióticos, y aportar datos útiles para reforzar la seguridad alimentaria teniendo en cuenta que la D. radiodurans aparece en algunos alimentos enlatados.
El organismo también está siendo estudiado para aplicaciones en la limpieza medioambiental de lugares contaminados con radiación o sustancias tóxicas.
El equipo de Brian Crane y Bhumit Patel ha descubierto un gen en la D. radiodurans que, cuando es expuesto a la radiación ultravioleta, aumenta la producción de una enzima responsable de la formación de óxido nítrico.
En los experimentos realizados con bacterias manipuladas genéticamente para que careciesen de este gen, los investigadores han comprobado que dichas bacterias aún son capaces de autorrepararse cuando sufren daños como consecuencia de la exposición a la radiación, pero no crecen ni proliferan. Si se bloquea la señal del óxido nítrico, las células se autorreparan pero no se dividen.
El equipo de Brian Crane y Bhumit Patel ha descubierto un gen en la D. radiodurans que, cuando es expuesto a la radiación ultravioleta, aumenta la producción de una enzima responsable de la formación de óxido nítrico.
En los experimentos realizados con bacterias manipuladas genéticamente para que careciesen de este gen, los investigadores han comprobado que dichas bacterias aún son capaces de autorrepararse cuando sufren daños como consecuencia de la exposición a la radiación, pero no crecen ni proliferan. Si se bloquea la señal del óxido nítrico, las células se autorreparan pero no se dividen.
En otras palabras, la bacteria es mucho más vulnerable a los daños de la radiación cuando no cuenta con la ayuda del óxido nítrico.
Sin embargo, los investigadores han descubierto, con asombro, que la ausencia de óxido nítrico no tiene ningún efecto sobre la capacidad de las bacterias para resistir la acción de otras amenazas, como los daños por oxidación vinculados a los radicales libres tóxicos.
Sin embargo, los investigadores han descubierto, con asombro, que la ausencia de óxido nítrico no tiene ningún efecto sobre la capacidad de las bacterias para resistir la acción de otras amenazas, como los daños por oxidación vinculados a los radicales libres tóxicos.
Fuente: Selected Science News
1 comentari:
Tots aquests descobriments, que en prinicpi sembla que no tenen aplicacions reals, amb el temps segur que s'utilitzaran bé per a lluitt millor contra basteris ressistents o bé per a poder "construir alguns bacteris" més ressistents a radiacions.
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