EL PAÍS. Viernes 25 de enero de 2008.
El genoma sintético de una bacteria abre la vía a la creación de organismos a la carta.
Crear vida artificial en el laboratorio a partir de elementos inertes siempre ha hecho volar la imaginación de la humanidad. Algunos científicos se frotan las manos ante las posibilidades comerciales que plantea la posibilidad de crear organismos a la carta que puedan digerir dióxido de carbono, residuos, crear combustibles o sustancias para tratar enfermedades.
El equipo de investigadores del Instituto Craig Venter en Rockville, Estados Unidos, ha logrado crear a partir de elementos químicos el mayor genoma artificial completo de un ser vivo, el de una bacteria, el Mycoplasma genitalium, con 582.000 pares de bases, 485 genes en un solo cromosoma, la bacteria con vida independiente con el genoma más simple.
Han diseñado un complejo sistema de ingeniería genética con el que han logrado sintetizar pequeños segmentos artificiales de ADN, y luego ensamblarlos y clonarlos utilizando dos contenedores biológicos, la bacteria Escherichia coli y la levadura. Han conseguido una réplica artificial, a imagen y semejanza del genoma de la bacteria original.
Para lograr la síntesis del cromosoma, primero copiaron pequeñas partes del original completo, en total 101 fragmentos de ADN sintético, de entre 5000 y 7000 pares de bases de cada uno. Para lograr el genoma artificial completo ha sido necesario realizar varios pasos, un auténtico trabajo de bricolaje genético.
Hasta ahora, el mayor genoma artificial que se había logrado sintetizar es el de un virus. Los científicos españoles reconocen el valor técnico de la investigación. El genoma sintético debe probar que puede tomar las riendas de toda la máquina celular de una bacteria, que viva y se reproduzca. Continuan trabajando en el objetivo final, que e insertar este cromosoma sintético en una célula y conseguir que funcione, para así obtener el primer organismo sintético.
Permitíria crear sistemas biológicos con funciones nuevas que no se encuentran en la naturaleza, como pequeñas fábricas productoras de sustancias beneficiosas para la salud, bacterias programadas para degradar gases contaminantes, para devorar petróleo, que puedan transformar la luz solar en hidrógeno.
El uso de organismos sintéticos en medicina también plantea conflictos, como: la parte de rediseño de células de mamífero tardará más y plantea muchos problemas éticos. Otro temor es el efecto que podría causar en el medio ambiente la presencia de estos organismos. La biología sintética emplea diferentes estrategias para crear nuevas estructuras.
El equipo de Venter lleva tiempo desarrollando estudios para averiguar qué genes son los mínimos que se necesitan para la vida. Para ello, han extraído genes al genoma del M. genitalium, y han podido evaluar que se podría fabricar un cromosoma con un núm. menor de genes, aunque con más ensayos.
El equipo de Moya, también trabaja en modelos teóricos sobre la vida mínima artificial. Han establecido el mínimo de genes necesarios para construir vida artificial en 206, mientras que Venter establece 385. La diferencia está en que las bacterias con las que investigan ambos equipos son diferentes.
La investigación de este grupo es teórica, aunque como muchos, participan en la carrera para conseguir crear en su laboratorio vida artificial.
VIOLETA PITARCH MARÍN.
1 comentari:
Este post me recuerda a peliculas como el Hombre Vicentenario, una película del futuro en la que era nroaml tener robots para realizar tareas domesticas, del trabajo, cuidar a los niños, etc una familia adquere un robot, que cn el paso d elos tiempos se hace muy querido y decide hacerse humano reconstruyendose lo parecidamente a una persona incluso consigue enamorase y casarse cun una humana.Bueno esto d ela película ha venido porque kien lo diria hace escasos años todos estos progresos que a realizado el mundo de la ciencia, creo que esta prolongación de la sintesis de cromosomas nos traera muchas muchas ventajas.
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