Para fabricar la piel artificial utilizaron células madre mesenquimales de cordón umbilical, capaces de diferenciarse en células epiteliales y constituir epitelios de revestimiento de la piel, además le añadieron un biomaterial de fibrina y agarosa previamente diseñado y desarrollado por ellos mismos.
Actualmente, la piel que se utiliza para curar este tipo de lesiones se obtiene a partir de cultivos celulares del tejido propio del paciente afectado. Este sistema tiene un gran inconveniente, el paciente tiene que esperar unas semanas hasta que la piel se le pueda aplicar. En cambio con el nuevo sistema se podrá tener piel almacenada que permitirá su aplicación inmediata una vez se hayan producido las quemaduras. En concreto la capa de piel que los investigadores han podido elaborar en su laboratorio es la epidermis.
No obstante los especialistas afirmaron que en la fase clínica podían surgir rechazos.
Esta técnica se probará en humanos en 2014.
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