divendres, 29 de novembre del 2013

La creación de mini-cerebros ayudará encontrar curas para enfermedades neurológicas .

   

    Gracias a los nuevos avances tecnológicos de los cuales disponemos, los científicos de la Universidad de Bonn (Alemania) y del Instituto de Biotecnología Molecular (IMBA) de la Academia de Ciencias de Austria han conseguido hacer crecer tejido cerebral humano en tubos de ensayo, lo que podría permitir estudiar enfermedades neurológicas. Esto ha sido posible gracias a un cultivo tridimensional desarrollado en un laboratorio austriaco con unas condiciones bien afinadas y un entorno propicio.
     El método permite que las células madre pluripotentes,- células que se encuentran en todos los organismos multicelulares y que tienen la capacidad de dividirse y diferenciarse en diversos tipos de células especializadas y de autorrenovarse para producir más células madre-, se conviertan en órganos cerebrales -o 'mini cerebros'- cuyo desarrollo ha conducido a la formación de regiones cerebrales independientes.
    El desarrollo del cerebro humano sigue siendo uno de los mayores misterios de la biología. Derivado de un tejido simple, que se desarrolla en la estructura física más compleja conocida por el hombre. Estudios de este tipo son difíciles ya que nunca antes se había conseguido hacer un modelo de cultivo en tres dimensiones para desarrollar tejidos cerebrales.
    Dicha investigación pretendía generar lo que se conoce como 'neuroectodermo', es decir, una capa de célula de la que deriva el sistema nervioso.
    Según se cuenta en tres o cuatro semanas se formaron las regiones del cerebro como un tejido continuo rodeado  de fluido. Al cabo de unos 20 o 30 días se desarrollaron regiones cerebrales definidas: córtex cerebral, retina, meninges y el plexo coroideo.Esperaron dos meses hasta que los 'mini-cerebros' alcanzaron un tamaño máximo y pudieron sobrevivir hasta diez meses en el biorreactor giratorio ( Como el de la figura siguiente. )

   Este nuevo método ofrece una gran oportunidad para estudiar enfermedades neurológicas como la microcefalia -un trastorno genético humano en el que el tamaño del cerebro se reduce significativamente-. Actualmente se usan cerebros animales cuya complejidad es mucho menor comparada con el cerebro humano. A continuación tenemos la comparación de un mini-cerebro y una muestra de cerebro de ratón (izquierda).

Las fuentes que se consultaron para elaborar este post son :