El estudio, publicada en la revista Cell, se pudo realizar gracias a que durante los años 50, en plena Guerra Fría, las pruebas nucleares produjeron un incremento de carbono 14 en la atmósfera. A través de la fotosíntesis, este carbono se incorporó en los vegetales y de ahí se extendió. Años después, las pruebas nucleares cesaron y los niveles de carbono 14 disminuyeron. Con esto se conluyó que cuando las células duplican sus cromosomas, este carbono 14 queda integrado en el genoma y por tanto, constituye un marcador que indica la edad de dichas células.
Los investigadores analizaron por espectrometría de masas el carbono 14 de células del hipocampo adulto y llegarón a la conclusión de que cada dia se producen unas 1400 neuronas nuevas y que esta tasa va disminuyendo a medida que uno envejece
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