La intervención incluyo la cara, el cráneo, los párpados y las orejas, parte del mentón, de las mejillas y la nariz completa. La intervención se hizo en el Centro Médico Langone de Nueva York el pasado agosto y el paciente, Patrick Hardison, un bombero estadounidense sabia que existía un 50% de posibilidades de fracaso. 3 meses después este bombero se encuentra feliz con su nueva cara pero debe de tomar de por vida inmunosupresores para evitar que su cuerpo rechaze su nueva identidad.
El accidente de Patrick se produjo cuando entro en un edifico en llamas para rescatar a una mujer y el techo se derrumbó sobre él. Sufrió quemaduras de tercer grado la cabeza, la cara, el cuello y el torso superior. Perdió los párpados, las orejas, los labios, la mayor parte de la nariz, el pelo y las cejas.
El cirujano Eduardo Rodriguez lidero el equipo del centenar de especialistas que participaron en la operación. El procedimiento se preparo durante un año y se produjo en agosto. El donante fue un joven de 26 años que perdió la vida en un accidente de bicicleta.
Finalmente Patrick afirmo tajatemente: "Me han dado mucho más que una nueva cara. Me han dado una nueva vida"
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