Recientemente, el científico español Juan Pérez Mercader, investigador en la Universidad de Harvard,
Ha conseguido crear vida artificial a raíz de estructuras químicas simples que, al interactuar entre si bajo determinadas condiciones se autoensamblan, metabolizan y pueden llegar a reproducirse, generando así estructuras microscópicas capaces de comportarse como los seres vivosPara conseguirlo, partieron de unas pocas moléculas básicas independientes de la bioquímica natural. Al ponerlas en agua y exponerlas a la luz, estas moléculas comenzaron a reaccionar generando otras mas complejas, siguiendo un ciclo similar al de los organismos naturales
Uno de los aspectos más asombrosos de este descubrimiento, es que dichas estructuras, también muestran variación heredable, uno de los principios fundamentales de la evolución de Darwin, que consiste en que las características de una población se transmiten de generación en generación mediante el material genético, demostrando, que la creación de sistemas similares a los organismos vivos, no depende de la bioquímica, sino de el carácter evolutivo y la capacidad de adaptación de dichos sistemas.
Este descubrimiento, podría tener múltiples aplicaciones, desde ayudarnos a comprender como surgió la vida hasta permitir la creación de tejidos artificiales que funcionen como los seres vivos sin la necesidad de células reales. Supone un gran avance en la biología sintética y revela que los fenómenos vitales no son exclusivos de la bioquímica natural.