Hoy mismo he encontrado una noticia en el periódico El País.
En una reunión sobre geoingeniería en la Royal Society en Londres, hicieron un estudio donde se dieron cuenta de que los cultivos que reflejan en más la luz del Sol se presentan como una nueva aportación a las técnicas de geoingeniería para mitigar los efectos del cambio climático. Se ha potenciado el cultivo de estas plantas, para poder devolver al espacio, aunque solo sea una pequeña parte de esa luz y de ese calor para así poder disminuir la temperatura terrestre.En las técnicas conocidas como Gestión de la Radiación Solar se ha estimado que la capacidad de la plantación a gran escala de variedades con hojas brillantes o estructura de cubierta vegetal para obtener un efecto de de pantalla de rebote y conseguir así un enfriamiento.
Han utilizado un modelo de clima global del centro de una ciudad del oeste de Gran Bretaña(Hadley), una forma de investigación climática para aproximarse al aumento del 20% en el efecto albedo de la cubierta, la parte vegetal podría proporcionar un enfriamiento de un grado centígrado a partir de ese verano aumentando la capacidad de rebote y la disminución anual de la temperatura media durante el verano en Europa. Esto representará una quinta parte del total de la mitigación requerida para contrarrestar un aumento del 100% de las emisiones de efecto invernadero, y hasta el 50% de la requerida para evitar el aumento de la temperatura durante el verano en Europa a mitad del siglo XXI en un escenario de calentamiento global moderado.
El mismo cientifico que hizo este estudio, está evaluando los niveles de reflectividad de diversos cultivos, como el trigo, encontrando diferencias muy importantes, lo que le hace pensar que hay que elegir con cuidado las variedades a plantar, que podrían tener un impacto sobre el clima todavía mayor de lo predicho hasta ahora. El propio cientifico recuerda que pintar las casas de blanco en climas cálidos ha sido un recurso antiguo, y que las plantaciones agrícolas permitirían el mismo efecto a una escala mucho mayor, lo suficiente para poder contrarrestar poco a poco este efecto.
El mismo cientifico que hizo este estudio, está evaluando los niveles de reflectividad de diversos cultivos, como el trigo, encontrando diferencias muy importantes, lo que le hace pensar que hay que elegir con cuidado las variedades a plantar, que podrían tener un impacto sobre el clima todavía mayor de lo predicho hasta ahora. El propio cientifico recuerda que pintar las casas de blanco en climas cálidos ha sido un recurso antiguo, y que las plantaciones agrícolas permitirían el mismo efecto a una escala mucho mayor, lo suficiente para poder contrarrestar poco a poco este efecto.
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