dimecres, 1 de desembre del 2010

Bacterias malignas: okupas indeseados

Entre las decenas de miles de bacterias conocidas, sólo alrededor de cien de ellas pueden ser perjudiciales para el ser humano, el resto son bacterias benignas o beneficiosas.
En el pasado se aislaban las bacterias para su estudio en cultivos nutritivos. En ellos las bacterias fabricaban las toxinas bacterianas que nos provocan algunas enfermedades. Pero en los últimos veinte años se ha venido averiguando que las bacterias no se comportan de la misma forma en los medios de cultivo que en las células humanas o animales. Las bacterias interrumpen la comunicación entre las células y las fuerzan a someterse a sus intereses (de una forma similar a la que emplean los virus). Pueden atacar a las células bien inyectándoles proteínas que reprogramen sus funciones o bien acaban con las bacterias benignas para tener un mayor control del medio. Los efectos a nivel general, los que la persona afectada experimenta (fiebre, diarrea...) son idénticos para múltiples infecciones bactericidas nos hace pensar que los mecanismos empleados por las bacterias también son idénticos o bien que atacan los mismo componentes celulares, o ambos. Las bacterias se adhieren siempre a las células huéspedes.
Un ejemplo muy curioso es el caso de la Escherichia coli O157 (derecha), causante de una diarrea sanguinolenta, que fabrica receptores que después introduce en la célula huésped. Más tarde, lanza las toxinas (proteínas o lipopolisacáridos) que se adhieren a dichos receptores. Aquí comienza el proceso por el cual las bacterias se apoderan de las células. La bacteria queda adherida a la célula mientras que en el interior de la célula huésped se gesta la enfermedad (periodo conocido como incubación).
Otro patógeno es el Helicobacter pylori, potencialmente letal. Suele afectar al estómago, pues se adhiere a la pared epitelial de éste y produce ureasa (una encima) que contrarresta la acidez en esa zona por eso provoca úlceras intestinales y hasta cáncer de estómago (es la única bacteria capaz de provocar un cáncer).

Fuente: Revista científica Investigación y Ciencia, número de abril de 2010


En los últimos años se ha dado un vuelco espectacular a todo lo concebido anteriormente sobre los seres más antiguos y sencillos que han habitado y siguen habitando el planeta. Hoy aún no se han resulto numerosas dudas en cuando a su comportamiento real y la investigación sigue en marcha. Es muy probable que en los próximos años se ve otro vuelvo similiar, quiero decir, que todo lo afirmado hasta el día de hoy pierda el sentido al encontrar nuevas explicaciones con las técnicas más novedosas que se están desarrollando en este momento.
Sin duda la microbiología es un campo en continuo avance y desarrollo, donde siempre hay algo nuevo que descubrir, que lleva ahí desde tiempos remotos. Es necesario seguir con el estudio de las bacterias y tenemos no solo una motivación de "obtener conocimiento" sino de combatir enfermedades, y encontrar incluso la cura definitiva para un tipo de cáncer de estómago, al igual que para otras muchas enfermedades potencialmente mortales.