Según unos investigadores del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide, en fases tempranas de la enfermedad la pérdida del sentido olfativo y los trastornos de sueño pueden ser síntomas y signos de padecer la enfermedad. Se ha llegado a esta conclusión al analizar a personas que acudía al médico por problemas de memoria, y al observar su cerebro se ha comprobado que también existe una pérdida de la funcionalidad en las áreas del cerebro encargadas del olfato y el sueño.
Este nuevo marcador de la enfermedad se suma a otros, como la presencia de la proteína beta amiloide, que aparece en exceso en los enfermos de Alzhéimer.
También han apreciado una disminución de volumen del núcleo basal de Meynert, una estructura cerebral que contiene el 80% de neuronas colinérgicas que hacen sinapsis en la corteza cerebral, donde se sitúan las funciones de memoria y atención, y la que nos interesa en este caso: el sueño REM, etapa del sueño en la que la respiración se hace más rápida y superficial, los ojos se agitan más rápidamente y aumentan la presión arterial y el ritmo cardíaco, periodo en el que ocurren la mayoría de los sueños. Es por eso que las alteraciones del ciclo sueño-vigilia puede ser un síntoma de personas con un deterioro cognitivo leve que puede degenerar en Alzhéimer.
Me ha parecido muy interesante el proyecto de estos investigadores, pues su objetivo es, mediante el estudio de los procesos de envejecimiento de un cerebro normal y otro que padece una neurodegeneración temprana, encontrar marcadores que sirvan para diagnosticar el Alzhéimer de forma precoz, permitiendo su tratamiento antes de que aparezcan los primeros síntomas de deterioro cognitivo irreversible, en un intento de "prevenir" la enfermedad.
De esta forma se podrá retardar una enfermedad de la que se desconoce la cura y contra la que no hay un tratamiento efectivo, pero que los investigadores tienen la esperanza de que al diagnosticarse en las primeras fases pueda evitarse la enfermedad o retrasarla el máximo tiempo posible.
Núcleo basal de Meynert
- Vía formación reticular-hipotálamo-corteza
Vía formación reticular-tálamo-corteza - Cerebelo
- Núcleo basal de Meynert (vía colinérgica a la corteza)
- Tálamo (vía glutamatérgica a la corteza)
- Vía mesencéfalo-tálamica (posiblemente glutamatérgica)
- Bulbo raquídeo
- Rafé dorsal (vía serotoninérgica a la corteza)
- Locus Cereleus (vía noradrenérgica a la corteza)
- Vía meso-pontina, colinérgica
2 comentaris:
Me parece muy curioso la cantidad de síntomas y de daños que causan esta enfermedad y que desconocemos por completo.
Como estamos viendo, la medicina está progresando mucho y sobretodo en la detección de enfermedades.
Esto es importante ya que muchas enfermedades se pasan desapercibidas por falta de conocimiento de sus síntomas y cuando se detectan ya es demasiado tarde.
efectivament, tot el que siga encontrar una millor i més prompte detecció de la malaltia, repercutirà en frenar millor l'avanç del procés de teteriorament.
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