
En el último congreso de la Asociación Americana de HematologÍa (ASH) se presentaron datos sobre casos de supervivientes en pacientes con leucemias agudas y linfomas. Todo mediante este método, pionero en demostrar supervivencia a largo plazo, un avance notable a gran velocidad y perfeccionamiento en estos tratamientos. Pueden aparecer efectos secundarios, pero se dispone de los medicamentos precisos para mitigarlos.
Esta introducción de terapias avanzadas, sitúa a nuestro sistema sanitario y al de la Unión Europea, en una posición privilegiada a la hora de afrontar dicho reto. A su vez, también el futuro de la terapia celular a consecuencia de la revolucionaria inmunoterapia.
El motor de esta práctica lo constituyen Ramón Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia, junto al rápido apoyo del equipo ministerial encabezado por María Luisa Carcedo. Desde la misma SEHH afirman que a pesar del avance, la inversión pública en infraestructuras y en redes de investigación cooperativa, como la Red de Terapia Celular (TerCel), se debe seguir potenciando.

Tras muchos años adquiriendo experiencia con el TPH y su continua mejora, los hematólogos se han convertido en los especialistas oportunos para el desarrollo clínico de esta nueva generación de inmunoterapia celular con células CAR-T alogénicas, terapias CAR-T basadas en células NK y combinaciones con AcMo y enzimas potenciadoras.