Actualmente se está planteando la posibilidad de aplicar la oxitocina para tratamientos depresivos, de fobia social e incluso en casos de autismo, entre otros trastornos.
Pero, ¿qué es la oxitocina? Se trata de una hormona que se produce en ocasiones propicias para la obtención de placer ya que la mayor parte de la oxitocina se libera durante el acto sexual (o la masturbación). Durante el acto sexual se libera una enorme cantidad de esta hormona y, durante el orgasmo nos inunda. En este caso, la excitación sexual provoca la producción de oxitocina y el orgasmo, el clímax, su liberación.
Tiene efectos absolutamente normales, que todos y cada uno de nosotros sufrimos como los efectos cognitivos: que ayudan a memorizar e identificar situaciones positivas relativas a las relaciones sociales o al sexo. Por ejemplo: crea esa extraña sensación del contacto de la piel en situaciones máximamente expresivas, une a padres e hijos, hace inseparables a los amantes y preserva la amistad, además nos hace generosos y disminuye el estrés. Por otro lado, encontramos los efectos clínicos, los hay tradicionales como la aceleración del parto y la secreción de leche materna, y experimentales, que todavía se están investigando y desarrollando para el tratamiento de trastornos psíquicos relacionados con la pérdida o ausencia de habilidades sociales: autismo, trastornos de personalidad, depresiones, fobias sociales y psicosis. Además, la oxitocina es la responsable de la existencia de sociedades: asocia los contactos sociales con "emociones agradables" haciendo deseable el establecimiento de relaciones interpersonales (tanto en humanos como en animales). Ésto la hace idónea para el tratamiento de trastornos en el ámbito de las relaciones interpersonales. Tras diversos estudios y experimentos con personas se ha determinado que el efecto de la aplicación de oxitocina por inhalación (llegando así directamente al cerebro) es real y no subjetivo, por lo que no es sustituible por placebos.
Fuente: Revista Mente y Cerebro (de Investigación y Ciencia); nº44 septiembre/octubre de 2010
A lo largo de los últimos 40 años se han dado pasos de gigante en la investigación de las hormonas, pudiendo crear así un "mapa" de cómo y por qué surgen las relaciones interpersonales y las sociedades; producto directo de la oxitocina. Desde que se destapó la creencia extendida de que el amor no era algo químico, hasta hace relativamente poco que se ha demostrado que es consecuencia de diversas reacciones químicas y de la intervención de distintas hormonas. Hasta hoy que se están tratando con asombrosos resultados enfermedades que hace veinte o treinta años no eran consideradas como tal, mediante la aplicación de ésta hormona; es el caso de la depresión. Y también ha sido la oxitocina la que ha ayudado a dar una base científica a los trastornos sociales que han venido dando desde siempre en las personas, pero que simplemente eran desechados. Ahora se está investigando con buenas expectativas, la aplicación de la oxitocina en enfermedades como el autismo, que causa gran preocupación dentro de la población. Ha sido sin duda un grandioso avance y lejos de llegar al fin, estamos abriendo una ventana a todo un mundo de tratamientos hormonales con lo que la investigación debería seguir en marcha y, de ser posible, con fuerza renovada.
1 comentari:
Com es pot veure en altres posts relacionats amb l'oxitocina, realment hi ha un camp per davant gran per a aplicar l'oxitocina en casos concrets de trastorns socials, mentals, tec
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