Hayan un nuevo mecanismo de
retroalimentación, que relaciona las variables de la vegetación y
la formación de nubes, que podría aumentar el cambio climático.
Cuanto
más caliente esté el aire, más agua se puede evaporar, es una
regla conocida de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, unos
científicos de Alemania y los Países Bajos han determinado ahora
que esta regla no es siempre válida, y que la situación puede ser
muy diferente si el escenario varia.
Aunque
un incremento en la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera hace que el clima se vuelva más cálido, ya que se trata de
un gas de efecto invernadero, también puede provocar que se evapore
menos agua. Las
plantas, con sus miles de millones de estomas, son la causa de esta
contradicción porque influyen en la composición del gas y la
humedad atmosférica en torno a ellas.
Valiéndose
de nuevos cálculos y de un modelo climático perfeccionado, los
investigadores encontraron que esto pone en movimiento una cascada de
procesos (efecto dominó) que a la larga acaban contribuyendo al
calentamiento global.
Estos
científicos hicieron uso de un modelo digital que toma en cuenta los
suelos, el ciclo hidrológico, la atmósfera y los procesos
biofísicos de crecimiento de la vegetación.
Simularon
tres escenarios para su análisis: una duplicación de la cantidad de
CO2 presente hoy en la atmósfera en un 0,037%, un incremento de 2ºC
en la temperatura media global, y una combinación de ambos. Los
cálculos representan las condiciones esperadas para finales de este
siglo.
Los
investigadores establecieron que algunos procesos del sistema
suelo-vegetación-atmósfera responden de manera más fuerte al
incremento del CO2 y al cambio climático que otros procesos del
mismo sistema. Al duplicarse el CO2 en la atmósfera, se encadenan
una serie de efectos que empiezan con la respuesta de un
comportamiento diferente de los vegetales a una concentración
superior de CO2. El detonante de esta cadena de procesos es el hecho
de que las plantas, que regulan el intercambio de vapor de agua y
dióxido de carbono con la atmósfera abriendo o cerrando sus
estomas, a mayores concentraciones de CO2 cierran más sus estomas.
En
la simulación que consistía en una duplicación de la concentración
de CO2 en la atmósfera, las estomas se cierran antes, ya que las
plantas pueden asimilar de manera más eficaz y más rápida el CO2
necesario para la fotosíntesis. En consecuencia, las plantas
transpiran menos por haber hecho menos duradero el proceso, y por tanto hay
menos vapor de agua aportado a la atmósfera.
Por esta causa, se forma un menor número de nubes, que hace que la
superficie terrestre sea más calurosa, ya que los rayos del sol
inciden en ella directamente, en vez de reflejarse en las nubes que
de otro modo estarían presentes (efecto albedo). Entonces, el aire
más cálido crea más turbulencia en la atmósfera cerca de la
superficie, y en consecuencia hay más calor y menos humedad
transportada.
En
conclusión, aumentando el CO2, sin tener presente el efecto
invernadero, se observa que el suelo y la atmósfera se calientan
debido a la respuesta de las plantas a los niveles superiores de
CO2.
Los
investigadores, por tanto, han encontrado otro mecanismo de
retroalimentación positiva en el sistema climático que no apareció
en el segundo escenario, en el que se simuló un incremento de 2ºC,
pero se mantuvo el nivel de CO2 igual al actual.
Puesto que la primera y la segunda simulación estudiaban por
separado la respuesta a los dos estímulos.
En
la tercera simulación se incluyeron tanto el doble de CO2 como el
incremento de 2ºC de temperatura. En este escenario surgieron
efectos positivos a comparación del primero en el que se destaca una
atmósfera más cálida que contiene más agua y potencia el
crecimiento de biomasa pero estos efectos positivos no compensan la reducción de nubes
del primer escenario.
En
resumen, el efecto de una duplicación del CO2 en la atmósfera y un
ascenso de 2ºC en la temperatura, ocasionará que la evaporación
disminuya en un 15% respecto a la actual y que se formen menos nubes.
Esto hace evidente que el cambio del comportamiento en las estomas de los
vegetales disminuyan la evaporación de agua e influyan en la
formación de nubes.
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