dilluns, 1 d’octubre del 2012

VIDA EN MARTE

LAS ROCAS VOLCÁNICAS DEL DESIERTO DE ATACAMA DAN MÁS PISTAS SOBRE LA VIDA EN MARTE

Un equipo internacional, describe por primera vez la existencia de comunidades microbianas de cianobacterias (que son una división del reino Monera que comprende las bacterias capaces de realizar fotosíntesis oxigénica y, en algún sentido, a sus descendientes por endosimbiosis, los plastos. Son los únicos procariotas que llevan a cabo ese tipo de fotosíntesis, por ello también se les denomina oxifotobacterias)  y bacterias heterótrofas (este tipo de bacterias parasitan a los seres vivos y usan los compuestos orgánicos que estos elaboran. Dentro de este grupo existen las bacterias patógenas o parásitarias son las causantes de enfermedades en los seres vivos.  También están aquellas bacterias de la putrefacción que descomponen las sustancias orgánicas en las que viven y se valen de su materia orgánica muerta para poder alimentarse)las dos están en el interior de rocas volcánicas del desierto de Atacama (Chile). La probable presencia de este tipo de rocas en el cráter marciano de Gale convierte las ignimbritas (depósitos volcánicos) en una diana importante para buscar posible vida en Marte.

                                                        
CRATER DE GALE

El proceso de selección del lugar de aterrizaje del 'Curiosity' comenzó en el año 2006 y se extendió hasta 2011, fecha en que la NASA anunció que la diana del 'Curiosity' sería el cráter Gale.
Según los requerimientos establecidos, el lugar ideal de aterrizaje debía presentar las características de un sitio 'habitable' en el presente o en el pasado, debía ser seguro para el aterrizaje, y debía permitir el funcionamiento del vehículo con sus altas prestaciones.
 El cráter Gale fue seleccionado por las gruesas secciones de roca estratificada que permiten estudiar cómo las condiciones de Marte han ido cambiando, en particular por los efectos del agua, a lo largo de la historia del planeta.
Con un diámetro de 154 kilómetros, el Gale alberga en su región central una impresionante montaña que se eleva más de 5.000 metros sobre el fondo del cráter.
El cráter se formó tras el impacto de un meteorito hace unos 3.700 millones de años. Tras el impacto, la región posiblemente estuvo inundada con agua y, a lo largo del tiempo, se formaron una serie de capas de sedimentación. La erosión de estas capas pudo eliminar gran parte del material sedimentado, pero dejó el material que forma la montaña que se encuentra en la región central.
El desierto de Atacama en Chile es uno de los mejores lugares en la Tierra para entender las condiciones de extrema aridez de Marte y un terreno perfecto para explorar las estrategias de adaptación y supervivencia de los seres vivos en este tipo de ambientes. Áreas muy extensas de este desierto están cubiertas por mantos de rocas tipo ignimbrita, que son el producto de nubes ardientes asociadas a la actividad volcánica de la cordillera de los Andes.
Además, el interior poroso de estas rocas volcánicas ofrece protección frente a la radiación ultravioleta y el exceso de luz visible, al tiempo que garantiza la existencia de luz para la fotosíntesis.
Si el robot Curiosity identifica depósitos de ignimbritas, deberían ser cuidadosamente analizadas.
Supervivencia extrema.

                                                           
Las comunidades endolíticas –que viven en el interior de las rocas– colonizan los poros de la roca entre uno y dos milímetros debajo de la superficie. La extremada aridez de este desierto limita las posibilidades de supervivencia a organismos con un elevado nivel de tolerancia a la desecación como es el caso de las primitivas cianobacterias Chroococcidiopsis sp., que han llegado a sobrevivir hasta dos meses en el laboratorio en ambientes completamente secos.
Los investigadores observaron que las cianobacterias Chroococcidiopsis de ignimbrita soportan más de nueve meses las condiciones de extrema aridez que se dan en el desierto de Atacama.
Además de permitir el metabolismo microbiano bajo condiciones extremas, "los poros e intersticios de las ignimbritas pueden convertirse en depósitos de biomarcadores tras la muerte de la colonia microbiana, y proporcionar información sobre la vida en el pasado", apuntan los científicos.

WEBGRAFÍA

http://www.agenciasinc.es
http://www.tiposde.org
http://www.elmundo.es

1 comentari:

ivan izquierdo ha dit...

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