dimarts, 29 de desembre del 2015

El sedentarismo modificó nuestro ADN en el neolítico


La falta de desplazamiento de las comunidad de seres humanos de hace 9.000 años, originó rasgos que actualmente son comunes como son la piel clara o los ojos oscuros. El sedentarismo también favoreció a la tolerancia de ciertos alimentos como la leche y produjo enfermedades como la celiaquía. Todo esto se debe a la práctica de la ganadería y agricultura que condujo a los humanos de la Europa neolítica al sedentarismo y así producir cambios en su ADN.

Fue analizado el ADN de 230 individuos procedentes de diferentes lugares europeos de hace entre 8.000 y 3.000 años con los cuales se mostró de manera clara los evidentes cambios en sus genomas. La evolución genética ocasionó mutaciones las cuales permitieron a los humanos de ese período adaptarse mejor al medio, incluyendo otro alimento a su dieta, la leche. El cambio de genoma también contribuyó a la aparición de la celiaquía a causa de la introducción de animales domésticos, estos contagiaron a los humanos de ese período diversas enfermedades infecciosas. Cabe destacar que los motivos por los cuales las pieles de los cazadores anteriores al neolítico eran más oscuras era por la gran ingesta de vitamina D y porque la exposición a los rayos ultravioletas eran mayores en estos humanos que en los sedentarios aparecidos posteriormente.



Independientemente de este estudio, también se ha estudiado el ADN desde otras especies humanas anteriores al neolítico como agricultores orientales quienes podrían ser los inductores de este método de supervivencia prehistórico. También se estudio el material genético de pastores esteparios  llegados a Europa hace 4.500 años. Se afirma el trabajo que han realizado concluye que toda evolución social y genética se relaciona entre sí pero que sin embargo presentamos claras diferencias entre los humanos neolíticos conjuntamente con los de hace tan solo 3.000 años.

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