dilluns, 28 de gener del 2013

El mosquito tigre

El mosquito tigre (Aedes Albopictus) se denomina de esa manera por sus franjas blancas en el tórax, mide 5 milímetros pero su picadura es especialmente dolorosa ya que es capaz de causar tanto inflamación como escozor e incluso reacciones alérgicas graves.
Este mosquito es originario del Sureste Asiático, a pesar de ser incapaz de trasladarse por si solo más de 100 metros, gracias al tráfico internacional de mercancías ha logrado instalarse en varios países europeos, americanos y de Oriente Medio. En España empezó a notarse su presencia en 2004 en la localidad catalana de Sant Cugat del Vallés. Expertos creen que esto se debe a que mediante el transporte de neumáticos usados, proveniente de Italia, pudieron diseminarse por otros países ya que se trata de un medio apropiado al acumular agua y materia vegetal en descomposición. También contribuye a su expansión el tránsito de vehículos entre municipios por el hecho que suelen ocultarse debajo de los asientos. En Estados Unidos, la vía de entrada fue una planta originaria de China que llegó en pequeños recipientes con agua, esta planta es el bambú de la suerte.

Como en el resto de los mosquitos, la que ataca con su probóscide para extraer la sangre con la que alimentar es la hembra pero a diferencia de la mayoría de mosquitos, son capaces de picar de día y normalmente lo hacen en las extremidades inferiores, siendo capaces de atravesar la ropa. Cada hembra pone entre 40 y 80 huevos y con temperaturas cálidas es capaz de completar una generación en tan solo 10 o 20 días.

Este insecto es capaz de transmitir hasta 23 enfermedades. En España la gente no debe alarmarse porque no posee las condiciones necesarias para una infección generalizada pero hay que tener cierta precaución ya que como cualquier otra especie, debe adquirir el virus picando a una persona enferma y los únicos casos dados de pacientes infectados por estos insectos, las picaduras han sido originadas en países donde estas enfermedades son endémicas. Además su ciclo vital es corto, de esta manera evita el brote habitual de casos. Las picaduras se pueden tratar fácilmente lavando la zona con agua y jabón, evitando rascarse para no crear heridas para no favorecer a su infección y utilizando alguna loción para calmar el picor, de todas maneras siempre en caso de picadura se recomienda acudir a Urgencias.

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