Recientemente se ha realizado un estudio en la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) a 18.115 niños adoptados. Los resultados de esta investigación revelan que tanto el consumo de drogas, de alcohol o de enfermedades psiquiátricas graves podrían estar relacionados con la genética. Los datos exactos son que un 8,6% de los niños adoptados, cuyos padres eran drogadictos, consumen drogas mientras que tan sólo un 4.5% de los niños dados en adopción toman droga aunque sus padres no lo hicieran. Por lo tanto, habría aproximadamente el doble de posibilidad de que un adolescente consumiera substancias ilegales si sus padres lo hicieron que si sus progenitores no las hubieran tomado.
No obstante, también se cree que no solamente los genes influyen a la hora de consumir sustancias ilegales sino también el medio ambiente. Para ser más precisos, sería la unión entre ambos; es decir, una persona que genéticamente tiene una probabilidad bastante elevada de consumir drogas sería mucho más probable que las consumiera en un ambiente familiar complicado que en uno normal.
Esta noticia publicada el 5 de marzo de 2012 por la agencia SINC guarda bastante relación con el temario de Biología de segundo de bachillerato, especialmente con el tema de genética. El artículo me ha parecido bastante interesante porque nos muestra la gran importancia del ADN y como consiguen manifestarse los mismos carácteres de padres a hijos.