dilluns, 21 de maig del 2012

NANOTUBOS DE CARBONO

DIAGNÓSTICOS MÉDICOS MÁS RAPIDOS GRACIAS A LOS NANOTUBOS DE CARBONO

Un equipo de investigación ha conseguido aumentar de manera espectacular la velocidad de funcionamiento de una clase de sensores biológicos.

Los sensores biológicos són dispositivos analíticos que pueden detectar especies químicas o biológicas o también microorganismos.

La tecnología usada para ello, una vez perfeccionada, podría permitir algún día a los médicos realizar rutinariamente las pruebas de laboratorio en cuestión de minutos, acelerando así el diagnóstico y el tratamiento, y además reduciendo los costos.

En los experimentos llevados a cabo, los nuevos nanobiosensores.

Los nanobiosensores son una nueva generación de biosensores que se están desarrollando actualmente mediante varias estrategias top-down y bottom-up de la nanotecnología. Así en la actualidad se fabrican nanoelectrodos a partir de la miniaturización de estructuras utilizando técnicas de nanofabricación  o se obtienen nanopartículas y otras nanoestructuras a partir de la síntesis u organización controlada de distintos materiales .

                                                  

 Estos nanobiotensores casi han triplicado la velocidad conseguida por prototipos previos. Por esto y sus otras ventajas, es fácil que acaben teniendo muchas aplicaciones prácticas, no sólo en la medicina, sino también en la toxicología, la vigilancia medioambiental, el desarrollo de nuevos medicamentos, y en otros campos.

Con estos tipos de sensores será posible hacer en pocos minutos muchas pruebas médicas de laboratorio, permitiendo al médico hacer un diagnóstico durante una única visita del paciente a su consultorio. Con muchas de las pruebas que se hacen en la actualidad, transcurren días desde que el médico las encarga hasta que puede consultar los resultados en su consultorio. Y además suelen ser costosas y requieren de técnicos especializados de laboratorio.

La nueva tecnología permitiría hacer los mismos análisis pero en un tiempo mucho menor, usando un dispositivo de bolsillo, y reduciendo el costo de cada análisis de tal modo que un test que ahora cuesta 50 euros pasaría a costar tan sólo un euro.

                                             

La clave de la nueva tecnología es una rara capacidad de los nanotubos de carbono, la cual permite detectar con ellos una proteína en la superficie de un sensor. Los nanotubos cambian su resistencia eléctrica cuando una proteína se deposita en ellos, y la magnitud de este cambio puede medirse para determinar la presencia de una proteína en particular.