La contaminación
acústica es un problema que afecta a gran parte de
la población en nuestros días, tanto dentro de las ciudades como en las
afueras. Parte de la responsabilidad de este problema puede ser identificado
con la falta de sensibilidad y de educación acústica de nuestro país.
España se posiciona en el segundo puesto en el ranking mundial de los países
más ruidosos, solamente superado por Japón. Se calcula que el 50% de los
españoles están expuestos a niveles de ruido continuados por encima de los 65
decibelios, marcados como limite saludable por la OMS.
A largo plazo, la exposición continuada a niveles altos de ruido no solo
provoca daños en el sistema auditivo y estrés, sino que puede afectar al
sistema inmunológico, producir cambios hormonales, problemas digestivos e
incluso desembocar en enfermedades cardiovasculares.
Cubiertas vegetales en edificios |
Investigadores procedentes de diversas universidades españolas han
analizado el uso de paredes vegetales como aislantes acústicos en las
carreteras. Este método ya se usa dentro de algunas ciudades. Actualmente en las carreteras se utilizan sistemas de apantallamiento consistentes en
placas de materiales como hormigón, cemento o vidrio.
Símulación de paredes vegetales en carreteras |
El prototipo tenía un tamaño 2'5x2'5m, compuesto por módulos individuales
de cultivo hidropónico, es decir, cajas individuales de materiales reciclados
donde la planta crece sin necesidad de suelo, donde los nutrientes son
aportados por el agua de riego.
Además están dotadas de un sistema que
aprovecha al máximo el agua de lluvia, puesto que se empieza absorber en las
plantas más elevadas y el excedente cae hacia los niveles inferiores. Las
plantas serian seleccionadas predominando las autóctonas de cada zona, mejor
adaptadas a las condiciones climáticas.
En esta investigación se han descubierto las diferentes ventajas del uso de
paredes vegetales.
Por una parte las plantas reducen el 50% del ruido generado en las
carreteras, a pesar que el resultado varía según las diferentes frecuencias. A
su vez absorben hasta el 20% de este, a diferencia de las placas usadas
actualmente que reflejan el ruido, es decir, el sonido rebota y se desvía hacia
otro lado, pudiendo provocar molestias a otros entornos.
Por otro lado, se ha comprobado que actualmente es inviable recubrir por
completo los tramos de una autovía con paredes vegetales por su alto coste. La línea
de investigación se está centrando en el desarrollo de nuevos modelos de menor
consumo hídrico y en el perfeccionamiento del sistema. Sin embargo su
aplicación se iniciará en puntos específicos o emblemáticos de las carreteras,
como en los accesos a parques naturales o espacios protegidos. Servirán como protección
acústica y a su vez como elemento de valor ornamental.
Sin embargo no hay que olvidar que la contaminación acústica es un problema
que nos concierne a todos y debemos aportar nuestro grano de arena empezando
por reducir los ruidos generados en las casa.
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