diumenge, 8 de febrer del 2015

Un animal con capacidad fotosintética.

Tras una larga investigación, el equipo de Sidney K. Pierce, profesor de la Universidad del Sur de Florida y la de Maryland College Park, en Estados Unidos, corroboran que existe una babosa marina capaz de asimilar con éxito los genes de las algas que come, así pues, estos le permiten fotosintetizar, como si de un vegetal se tratara.
Cabe mencionar que para realizar la fotosíntesis se necesitan unos orgánulos, exclusivo, hasta ahora, de los vegetales, denominados cloroplastos, en los cuales la energía de la luz se transforma en energía química que puede utilizarse para convertir el CO2 en compuestos orgánicos, principalmente hidratos de carbono.
Este proceso es un proceso anabólico, fundamental para todos los seres vivos.



Del mismo modo, han clarificado cómo este animal puede vivir durante varios meses seguidos únicamente con luz solar, ya que los cromosomas de la babosa marina tienen genes que proceden de las algas de las cuales se alimenta.



Estos genes que posee la babosa le ayudan a sostener los procesos fotosintéticos y permiten al animal aprovechar la luz solar para poder nutrirse. De esta forma, cuando la babosa se enfrenta a alguna situación que le impida alimentarse de su fuente convencional de alimentos, este puede evitar morir de hambre hasta que encuentre más algas para su manutención.


Para confirmar que un gen importante del alga Vaucheria litorea se encontraba en el cromosoma de la babosa Elysia chlorotica, el equipo de investigación tuvo que utilizar una técnica muy avanzada de obtención de imágenes.
Este gen hace posible la producción de enzimas esenciales para la actividad de los cloroplastos, presentes en las plantas y algas.


Desde los años 70 ya se sabía que la Elysia chlorotica despoja cloroplastos de la Vaucheria litorea, amoldándolos en sus células digestivas, y, una vez dentro de las células de la babosa, los cloroplastos continúan fotosintetizando hasta pasados los nueve meses, mucho más tiempo de lo que conseguirían en las algas. Para alimentar a la babosa, el proceso de la fotosíntesis produce carbohidratos y lípidos.

El tema de estudio profundo había sido el cómo consigue la babosa mantener estos orgánulos fotosintéticos durante tanto tiempo, y esto ha suscitado bastante polémica al respecto.

Se ha confirmado que uno de los genes de las algas que se necesita para reparar daños y mantener funcionando los cloroplastos, está presente en el cromosoma de la babosa. Este gen se incorpora en la babosa y se trasmite a la nueva generación de estas. Aunque la próxima generación deban adoptar nuevos cloroplastos de las algas, los genes para mantenerlos ya estarán presentes en el genoma de la nueva babosa, facilitando así el proceso.

Foto: Babosa marina Elysia Chlorotica

En conclusión, siempre hemos pensado que es imposible que genes de un alga funcionen dentro de una célula animal, ya que era exclusivamente de vegetales, sin embargo, aquí tenemos un gran ejemplo de que sí es posible, ya que la naturaleza sigue evolucionando poco a poco.

¿Quién nos dice que a lo mejor dentro de cientos de años no seamos nosotros los que podamos lograr esta hazaña tan extraordinaria?




Esta noticia está relacionada con el apartado de Metabolismo del temario de Biologia de 2º de Bachillerato.

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