La frase pertenece a Abed Zamrik, presidente de la Asociación Balear de Empresas de Jardinería (ABEJA), obviamente el sector más acongojado con el avance de la plaga. Ahora que se tienen pruebas de sus efectos en latitudes cercanas nadie bien informado se atreve a tildarle de exagerado. "En Valencia tuvieron que arrancar 1.500 palmeras afectadas en 2006. Dos años después la cifra fue de 15.000".
Por el momento, la gravedad no ha alcanzado cotas tan elevadas en Mallorca, donde desde su aparición el picudo rojo ha obligado a arrancar alrededor de 300 palmeras. Con todo, el departamento de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura y Pesca ha empezado a celebrar jornadas informativas en los núcleos afectados con el objetivo de extremar las precauciones activadas en 2006, cuando se declaró la existencia de la plaga en Mallorca e Ibiza.
A los focos descubiertos en la zona del Migjorn –en Llucmajor, Campos, Felanitx y Santanyí– les sucedieron otros nuevos en Palma, Alaró y Pollença. Si bien las zonas costeras son las más propensas a resultar afectadas por el simple hecho de que son las que concentran mayor número de palmacias, la presencia del escarabajo en Alaró demuestra que el interior isleño tampoco está a salvo. En Ibiza se constataron focos en Sant Josep mientras que Menorca se mantiene en estado de alerta ante posibles introducciones.
También en Castellon han comenzado a aparecer. En el Ribalta han comenzado a infestar en las palmeras el picudo Rojo. La concejala responsable de Sostenibilitat del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Castellon, Isabel Sabater, exige una intervención "urgente", para frenar la plaga, que ya afecta varios ejemplares.
NOTICIA AQUI
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada