Según autores, la corteza cerebral tiene seis capas que desempeñan diferentes papeles en el procesamiento y la comunicación neuronal. Así consiguieron limitar las diferentes partes del cerebro que eran importantes y las vías de comunicación de las capas que estaban más vinculadas a la conciencia. También descartaron otras áreas que anteriormente se habían relacionado con ella .Para llevar a cabo esta investigación, los científicos usaron una serie de macacos como modelo animal y los estudiaron en distintas fases despiertos, dormidos y anestesiados. De esta manera estimularon el tálamo lateral central, que se encuentra en el centro del cerebro anterior (prosencéfalo), mediante unos electrodos más pequeños de lo habitual, que fueron diseñados específicamente para esta prueba.

Estimular esta área fue suficiente para despertar a los animales los cuales estaban anestesiados. Saalmann afirmaba que cuando estimulaban la zona, podían despertar a los animales y restablecer toda la actividad neuronal que normalmente tendrían en la corteza cerebral durante la vigilia. Actuaron como si estuvieran despiertos pero cuando desactivaron la estimulación, los animales de forma inmediata volvieron a estar inconscientes.
Seguidamente para comprobar el estado de vigilia, se examinó su respuesta neuronal a una estimulación auditiva que consistía en activar una serie de pitidos intercalados con otros aleatorios Los animales actuaron de la misma manera que los animales despiertos lo harían.
Michele Redinbaugh, estudiante de posgrado en el departamento de psicología de la institución estadounidense asegura que la motivación de esta investigación es ayudar a las personas con trastornos de la conciencia a vivir mejor. El objetivo de su estudio es entender los mecanismos mínimos del estado de conciencia para dirigir clínicamente la parte correcta del cerebro. Es posible que podamos usar este tipo de electrodos para sacar a la gente del coma.
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