dijous, 13 de desembre del 2007

EL CITOSOL.. ¿¿ EXISTE ??


En otro texto llamado «Una mirada al interior de la célula viva», publicado en de noviembre de 1995, se analizaba el papel activo desempeñado por el agua en la estructura y función de la célula viva. Allí se dejaba claro que el interior celular no se comporta como un fluido simple. Sin embargo, la noción de «citosol» persiste.
En una gran conferencia, impartida hace años por científico chileno Tito Ureta se dedicó a desmitificar conceptos de la Biología que se han convertido en auténticas verdades. Entre ellos, el concepto de «citosol». Ureta, en actitud estudiadamente retadora, empieza por decir que EL CITOSOL NO EXISTE.
¿Qué entendemos por «citosol»? Podemos acordar definir este concepto por negación, es decir, delimitarlo por lo que no es. Así, podríamos aceptar como punto de partida considerar «citosol» a «todo lo que no es membrana ni orgánulo» y, por tanto, a «todo lo que queda entre los espacios membranosos y los orgánulos».
A partir de esta definición y teniendo presentes unos básicos conocimientos de la técnica de centrifugación, podemos llegar fácilmente a la definición propuesta por Lardy en 1965: «Citosol es lo que queda como sobrenadante de un homogenado después de centrifugar a 105000 g durante una hora».
He aquí el interesante experimento que se llevó a cabo para aislar el citosol. Si se permite que un cultivo en suspensión de Euglena se disponga en un gradiente de sacarosa, las células resisten una sesión de ultracentrifugación a 105000 g durante una hora sin ser destruídas. En poco tiempo, las células alcanzan el nivel correspondiente a su propia densidad y allí permanecen. Al cabo de la hora, en cada célula individual de Euglena sus componentes quedan estratificados por densidad en seis capas. La capa inferior corresponde al principal material de reserva de estas células, el paramilo. Las capas II, III y IV corresponden a los diferentes orgánulos y estructuras membranosas. Así pues, la capa sobrenadante V debería se lo que hemos denominado «citosol», sobre el cual flota la capa VI de componentes grasos. Pues bien, a esa capa V se le aplicaron diecinueve ensayos distintos de detección de enzimas «citosólicas» y no se obtuvo en dicha fase soluble ningún tipo de actividad enzimática. Es decir, ese «líquido intersticial» no contenía enzimas.El resultado de este experimento parece dejar aclarado que no hay nada especial y característico que debamos denominar «citosol». El citosol por lo tanto no existe.