dimecres, 17 de novembre del 2010

El terror... cuestión de evolución.

Leyendo la revista Quo pude hacerme eco de una noticia que me pareció sumamente importante, pero para poder leerla en profundidad recurrí a The medical news y a mis conocimientos de inglés.

¿Nunca os habéis preguntado por qué ciertas personas sufren con las películas de miedo y otras no? En los dos artículos anteriormente citados se encuentra la respuesta al misterio, desentrañado por uno investigadores de la Universidad de Bonn, en Alemania; resulta ser que todo se debe a la evolución.



Para empezar diré que todos los individuos tenemos el gen COMT, que controla el encimo que descompone el neurotransmisor dopamina. Las personas que presentan una mutación en dicho gen no son capaces de actuar correctamente sobre la dopamina y por tanto tienen reacciones más exageradas al ver imágenes desagradables. Esta sensibilidad, en conjunto con factores hereditarios y del entorno, pueden provocar problemas de ansiedad de los individuos.
Siguiendo con el estudio realizado, se han descubiertos dos versiones diferentes del gen COMT, dos alelos diferentes: el Val158 y el Met158. Quienes poseen dos copias del alelo Met158 son los individuos más sensibles; por contra, los que tienen dos copias del Val158 saben controlar mejor sus emociones y, por tanto, no reacciones de forma tan ansiosa.

El alelo Met158 fue creado relativamente hace poco por la propia evolución humana, ya que con la seguridad que hay en nuestro mundo actual este gen no nos es necesario para sobrevivir. Así pues, el reaccionar de forma miedosa ante películas o imágenes desagradables no tiene por qué ser malo, más bien indica que ese individuo se ha adaptado evolutivamente a la situación. Y recordemos, la evolución nos adapta para sobrevivir.

A mi parecer, aunque tener doble Met158 signifique estar más evolucionado, preferiría tener Val158. Me incluyó en ese grupo de personas que gritan y se ponen casi histéricas en las películas de miedo, y hablo por experiencia, no es divertido. Así pues me parece que este descubrimiento debería de encaminarse a descubrir algún medicamento, vacuna o tratamiento que permitiera eliminar los problemas de ansiedad y ese carácter sensible. Yo se lo agradecería.


1 comentari:

nchillidaz ha dit...

Parece mentira que un simple gen condicione nuestras respuestas ante el estímulo miedo. Es curioso que ese simple cambio "cree" personas con actitudes diferentes ante el mismo hecho. Yo me incluyo junto a María al gen Met158 pero aún así no me gustaría cambiarlo a Val158 ya que hasta ahora no me ha presentado problemas.
Si es cuestionado por la evolución, ¿podemos pensar que en un futuro todos seremos Met158? El día que eso ocurra aparecerán nuevos genes sorprendentes seguro y muchos de ellos posiblemente ya están presentes aunque aún ignorados.