Desde el momento en que la depuradora aboca las aguas en un río, este se ve muy perjudicado.
Investigadores de la facultad del País Vasco, con el instituto ICRA (Gerona), ha afirmado que este hecho afecta de forma grabe a la vida de los ríos, ya que al tener más materia orgánica, aumentan la actividad de los organismos que se alimentan de esta, y los otros se ven perjudicados porque no eliminan elementos tóxicos, como por ejemplo los medicamentos.
Este hecho parece contradictorio ya que las depuradoras son utilizadas para depurar las aguas contaminadas por nosotros, los humanos, pero a la vez son el contaminante de muchísimos ríos.
Los compuestos de dichas depuradoras se pueden dividir en dos grupos: en primer lugar están los que ayudan a los organismos a incrementar su actividad, por otra parte, están los que la perjudican.
Estos últimos son sustancias tóxicas, las investigaciones realizadas se focalizaron en los medicamentos disueltos en el agua. Aunque junto a estos también se encontraban pesticidas, metales pesados y componentes de jabones. Dichas sustancias, afectan a los organismos fotosintéticos, ya que su producción es menos de la que debería de ser, esta normalmente depende del nivel de la luz solar, pero al mezclarse con las aguas de la depuradora, no es así.
El investigador Aristi aclara que habría que mejorar la distribución de las depuradoras y en lugar de poner muchas pequeñas, poner menos y más grandes. También plantea una alternativa que consiste en colocar filtros que eliminen estos compuestos tóxicos, pero como esto conyeba un alto coste, y las legislaciones no lo imponen, es difícil de llevar acabo.
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