No obstante, estudios españoles recientes confirman que realizar deportes durante la pubertad puede hacer que mejore nuestra salud ósea cuando lleguemos a la madurez.
La Universidad de Castilla-La Mancha ha realizado una serie de estudios a niñas de entre 9 y 13 años que practican algún deporte. El estudio consistía en la realización un test de Tanner para evaluar el grado de desarrollo sexual y una densitometría ósea para conocer su composición corporal. Además para analizar los resultados se dividieron a las niñas entre las que se encuentran en la prepubertad y las que están en la pubertad.
Los resultados de dicho estudio establecieron que aumenta más la masa ósea con los deportes que tienen un alto impacto osteogénico como fútbol, baloncesto o balonmano, en edades tempranas suponen una mayor acumulación de masa ósea en comparación de otros como la natación.
Sin embargo, la realización de estas actividades solo durante el horario escolar no es suficiente, por lo que aconsejo que las niñas de estas edades realicen algún deporte de los comentados anteriormente en horario extraescolar, ya que supondría un beneficio para su salud a posteriori, previniendo que en un futuro padezcan esta grave enfermedad.
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