dissabte, 9 de maig del 2015

Un tipo de células madre crea nuevos órganos

Científicos del Salk Institute (EE UU) junto con investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, la Universidad Católica de Murcia y la Clínica CEMTRO de Madrid han elaborado un estudio a partir del cual han descubierto la existencia de un tipo de células madre que les ha permitido realizar una metodología fiable para integrar células madre humanas en embriones animales. Este descubrimiento supone un gran avance para conseguir en el futuro el crecimiento de órganos de reemplazo.

Según los resultados publicados por la revista Nature en el futuro sería posible hacer crecer células humanas, tejidos y órganos en animales para remplazar aquellos que estuvieran dañados por enfermedades como la diabetes. Actualmente, existen problemas como la falta de donantes y también el posible rechazo del sistema inmune del receptor al nuevo órgano.


En este estudio los investigadores han encontrado un tipo de células madre que se caracterizan por su localización en el embrión y son más fáciles de cultivar en el laboratorio. Por lo tanto, han utilizado esta nueva característica para integrar células humanas en un embrión de ratón en su posición correspondiente.
La mayor ventaja de estas células orientadas en el espacio llamadas rsPSCs, es su capacidad para formar una quimera humano-ratón, es decir, una combinación de células entre las dos especies. Por tanto, podríamos hacer crecer órganos humanos en otras especies.
Todos los intentos de transplantar tejidos animales en humanos han resultado un fracaso pero si se pudiera hacer crecer órganos a través de esta quimera utilizando células propias del paciente la probabilidad de rechazo sería mucho menor.

Los investigadores pueden tomar células de la piel de una persona, transformarlas en células madre y luego hacer que se conviertan en células específicas de un tejido distinto como el páncreas. Puesto que estas nuevas células poseen el mismo ADN que la célula original no serían rechazadas.

En este estudio los investigadores desarrollaron un cóctel de señales químicas que consiguió que las células madre embrionarias en una placa de laboratorio se orientaran en el espacio y en este caso en concreto, se identificaran como parte de la región posterior del ratón. Posteriormente se integraron en el ratón e iniciaron el proceso de diferenciación a las células de las tres principales capas embrionarias: ectodermo, mesodermo y endodermo.

En conclusión, estos resultados nos permiten no solo una nueva forma de conocer el desarrollo humano temprano sino también suponen una esperanza para el cultivo de tejidos y órganos humanos en un animal huésped.

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Esta noticia se podría incluir dentro del Tema 19: Inmunología del temario de 2º de Bachillerato de Biología