dilluns, 18 de maig del 2015

Modificación de embriones humanos genéticamente.

De rumores se trataba previamente que un equipo de investigación chino estaba realizando experimentos para modificar genéticamente embriones humanos. De echo, han llegado a publicar un artículo en el que se ha confirmado, desatando así la polémica.
Este equipo de investigación lo que querían comprobar con el experimento era si una técnica que ya se conocía podía curar una enfermedad genética grave, la β-talasemia, una enfermedad grave de la sangre sin cura hoy en día.
El objetivo era plausible y científicamente válido. El problema surgió cuando decidieron intentarlo en embriones humanos, aunque estos se trataban de embriones no viables, descartados en tratamientos de fertilidad.
Estos embriones tenían una dotación cromosómica extra. En lugar de entrar un único espermatozoide, el óvulo había sido fecundado por dos simultáneamente, y en estos casos el individuo no es viable y nunca se llegará a desarrollar.
El experimento ha quedado muy lejos de poder considerarse un éxito. Fueron sometidos a la técnica 86 embriones no viables, de los cuales sólo 28 presentaron la modificación donde se esperaba.
No debería haber ningún problema ético, pero aún así la cuestión no está nada resuelta, y, a pesar de que los embriones no fuesen viables o de que la técnica ha demostrado no funcionar, el debate se ha desatado ya que el equipo de investigación ha decidido infringir los acuerdos que existían. Un 'pacto' a nivel internacional de no investigar en embriones humanos.
También surge algún problema ético, porque lo que muchos científicos están criticando sobre este experimento  es la peligrosa pendiente que supone.
'Slippery slope', es el nombre que se le da a la idea de que una vez aprobado el método científico, éste será aplicable a otros supuestos.
Resumiendo, si se aprueba el modificar los genes causantes de una enfermedad, se podrá llegar a crear individuos 'a la carta'. Y, aunque pueda resultar alarmista, el argumento expuesto se basa en experiencias pesadas.
En el experimento menos de un 32% de los embriones presentaron la modificación esperada por los investigadores, pero, hasta que este porcentaje no este rozando el 100% no se pretende usarlo. Pero no fue la única modificación que apareció.
Con la técnica puesta en marcha, se comprobó como otros genes se habían visto afectados por esta, y las consecuencias de este hecho no se conocen con exactitud.
Muchos investigadores defienden emplear el Principio de Precaución; el cual dicta que si no se conocen con exactitud las consecuencias científicas de un acto o tecnología, no se debe poner en marcha la experiencia hasta tener cómo paliarla.

Un debate muy interesante que sigue abierto y el cual dará mucho de que hablar.

Este post se encuentra dentro del temario de Biologia de 2º de Bachillerato relacionado con el apartado Metabolismo y Autoperpetuación.
Enlace original aquí.