La enfermedad afecta a las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Aunque cada día se sabe más sobre la enfermedad, todavía se desconoce la causa exacta de la misma y hoy por hoy no se dispone de un tratamiento eficaz.
Aunque eso puede que cambie…
Científicos estadounidenses aseguran que la enfermedad del Alzheimer podría tratarse de una tercera forma de diabetes, por lo que el tratamiento con insulina frenaría o impediría la pérdida de memoria típica de este mal.
En un análisis de neuronas extraídas del hipocampo (el principal centro de la memoria en el cerebro), los científicos trataron esas células con insulina y el medicamento Rosiglitazone, utilizado en el tratamiento de la diabetes tipo 2.
Los científicos descubrieron que la insulina prevenía las lesiones en neuronas expuestas a las proteínas tóxicas del Alzhéimer (ADDLS) al impedir que se adhirieran a las células. También descubrieron que la protección proporcionada por la insulina aumentaba cuando se agregaba Rosiglitazone.
Hasta ahora se sabía que los ADDLS atacan las sinapsis al adherirse a las neuronas. Cuando se consuma ese proceso, las neuronas pierden la capacidad de responder a la información que reciben lo que da como resultado la pérdida de memoria.
Según los científicos, el mecanismo protector de la insulina ocurre en una serie de etapas que reducen la adherencia de las ADDLS a las sinapsis.
Esto podría presentar una nueva esperanza contra la perdida de memoria. Si es cierto, se podría empezar a luchar contra ella y permitirnos continuar con los recuerdos de nuestra vida sin tener miedo a que un día nos los robe una enfermedad.
Fuente: Periodista Digital y Terra
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