A partir de ahora, es posible que a la fibromialgia ya no sea denominada como el síndrome invisible . porque, un grupo de investigadores franceses, ha logrado por medio de herramientas de diagnóstico por imágenes (tomografía de emisión de positrones o SPECT)- localizar en algunas regiones del cerebro, algunas evidencias de anormalidades funcionales que pueden ser relacionadas con los síntomas de esta enfermedad.
Los expertos publicaron sus descubrimientos en el último número de la revista médica Journal of Nuclear Medicine .
Lo interesante es que, los primeros indicios, muestran que esos desórdenes cerebrales estarían ubicados en las redes y regiones neuronales en la que el cerebro procesa las señales de dolor provenientes de diversas zonas del cuerpo.
Según explicó el Doctor Eric Guedj, uno de los autores del estudio, los médicos suelen referirse a la fibromialgia como un `síndrome invisible´ debido a que todo tipo de imágenes relacionadas con estudios y diagnósticos que involucren a músculos y al esqueleto suelen ser negativas.
Sin embargo, los estudios hechos a algunos pacientes que sufrían este síntoma, han desvelado que el flujo de sangre en algunas regiones cerebrales era mas dorado a lo normalmente visto y en algunas otras regiones tenía menos intensidad de la esperada.
Para poder comprobar esta hipótesis Guedj y sus colegas, completaron imágenes cerebrales completas a un grupo de 20 mujeres a las que se le había diagnosticado fibromialgia y los compararon cuidadosa y detalladamente con las imágenes obtenidas a partir de los estudios hechos a otras diez mujeres que no tenían ningún síntoma relacionado con esta enfermedad.
Luego de completar los estudios y diversos cuestionarios sobre las sensaciones de dolor de cada persona tenga diversos grupos los investigadores lograron confirmar que los pacientes con fibromialgia tenían algunos cambios mensurables en el flujo de sangre cerebral en comparación con las personas sanas.
Además, quienes tenían mayores variaciones en su flujo sanguíneo cerebral también sufrían los síntomas con mayor severidad.
En concreto, encontraron un aumento en el flujo sanguíneo (hiperfusión) en la región cerebral que se ocupa de mensurar la intensidad del dolor y una disminución por debajo de los valores normales en las arias que se cree- están involucradas en la respuesta emocional al dolor.
En otras palabras, según Guedj, ahora podríamos relacionar a la fibromialgia con una disfunción en la manera en que el cerebro procesa a las señales nerviosas relacionadas con la sensación de dolor.
Los expertos publicaron sus descubrimientos en el último número de la revista médica Journal of Nuclear Medicine .
Lo interesante es que, los primeros indicios, muestran que esos desórdenes cerebrales estarían ubicados en las redes y regiones neuronales en la que el cerebro procesa las señales de dolor provenientes de diversas zonas del cuerpo.
Según explicó el Doctor Eric Guedj, uno de los autores del estudio, los médicos suelen referirse a la fibromialgia como un `síndrome invisible´ debido a que todo tipo de imágenes relacionadas con estudios y diagnósticos que involucren a músculos y al esqueleto suelen ser negativas.
Sin embargo, los estudios hechos a algunos pacientes que sufrían este síntoma, han desvelado que el flujo de sangre en algunas regiones cerebrales era mas dorado a lo normalmente visto y en algunas otras regiones tenía menos intensidad de la esperada.
Para poder comprobar esta hipótesis Guedj y sus colegas, completaron imágenes cerebrales completas a un grupo de 20 mujeres a las que se le había diagnosticado fibromialgia y los compararon cuidadosa y detalladamente con las imágenes obtenidas a partir de los estudios hechos a otras diez mujeres que no tenían ningún síntoma relacionado con esta enfermedad.
Luego de completar los estudios y diversos cuestionarios sobre las sensaciones de dolor de cada persona tenga diversos grupos los investigadores lograron confirmar que los pacientes con fibromialgia tenían algunos cambios mensurables en el flujo de sangre cerebral en comparación con las personas sanas.
Además, quienes tenían mayores variaciones en su flujo sanguíneo cerebral también sufrían los síntomas con mayor severidad.
En concreto, encontraron un aumento en el flujo sanguíneo (hiperfusión) en la región cerebral que se ocupa de mensurar la intensidad del dolor y una disminución por debajo de los valores normales en las arias que se cree- están involucradas en la respuesta emocional al dolor.
En otras palabras, según Guedj, ahora podríamos relacionar a la fibromialgia con una disfunción en la manera en que el cerebro procesa a las señales nerviosas relacionadas con la sensación de dolor.
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