Las células de glioblastoma (un tipo de tumor cerebral) liberan microvesículas llamadas exosomas que además de indicar la aparición del cancer nos podrían dar a conocer la naturaleza del tumor pudiendo desarrollar el tratamiento contra el glioblastoma.
Las células del glioblastoma liberan los exosomas, que son unos pequeños sacos membranosos con sustancias capaces de modificar los tejidos que las rodean y que pueden fusionar con las células vecina tranferiendo su contenido y contribuyendo a la extensión del cáncer.
Las vesículas contienen material genético y proteínas implicadas en el crecimiento de vasos sanguíneos, el crecimiento celular, la migración y la capacidad del tumor para evitar la acción del sistema inmunológico.
Esta investigación ha determinado las dos moléculas específicas (EGFRvIII y miRNA-21) en la sangre de forma que se facilitaría el pronóstico (que hasta ahora requiere métodos muy invasivos) y por tanto se atacaría antes al cáncer sin dejarlo extenderse ni interferir en el sistema inmonológico.
Noticia publicada en ADN, el 16/11/08.
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