Tamoxifeno es un fármaco que ha cambiado el pronóstico de muchas mujeres con cáncer de mama desde que se empleó por primera vez en 1969 en un hospital de Manchester (Reino Unido). Las mujeres con un tumor que responde a la acción de las hormonas (un tipo denominado hormonodependiente), reciben este medicamento después de la cirugía durante cinco años para reducir su riesgo de recaídas; sin embargo, algunas desarrollan resistencia al tratamiento y dejan de responder transcurrido cierto tiempo. El porqué de este problema lo explica un trabajo publicado en la revista 'Nature'.
Este tratamiento hormonal funciona precisamente uniéndose a los estrógenos (hormonas femeninas) y bloqueando la expresión de un receptor (ErbB2), responsable de la división celular. Lo que ahora han descubierto científicos del Cancer Research británico es que tamoxifeno bloquea los estrógenos a través de una proteína llamada Pax2, que actúa a modo de interruptor. Cuando Pax2 está 'apagado', el receptor ErbB2 permanece bloqueado; mientras que cuando este sistema se altera, las células se vuelven resistentes al medicamento y dejan de responder a su acción.
Para demostrarlo, probaron a bloquear dicha molécula en muestras de tejido tumoral obtenidas de varias pacientes con un cáncer de mama que responde a las hormonas. Aquellas mujeres con niveles más elevados de Pax2 eran las que mejor respondían al tratamiento con tamoxifeno. Por el contrario, las pacientes que habían desarrollado resistencia a este tratamiento hormonal mostraban más niveles de otra sustancia, competidora de Pax2. Se trata de AIB1 que, al contrario que su 'rival', provoca que se active la expresión de ErbB2 (y, por tanto la división irregular de las células que da lugar a la formación de un cáncer).
" Hemos descubierto que tamoxifeno bloquea el gen ErbB2, y lo hace aprovechándose de un elemento que está escondido en el genoma de la célula, en el propio gen. Y para que el fármaco sea efectivo ese 'interruptor' debe estar en la posición de apagado".
Sus resultados, apuntan, permiten observar una conexión entre los tumores con receptores hormonales positivos y aquellos con el gen ErbB2 también activado (los llamados Her2 porsitivos). De hecho, explican, los tumores resistentes a tamoxifeno suelen tener elevados niveles de ErbB2, mientras que la mitad de los tumores con este gen 'activo' son asimismo positivos para los receptores de estrógenos.
Los investigadores del Cancer Research, se muestran optimistas por las posibilidades que este hallazgo abre de cara al futuro. "Tamoxifeno ha supuesto un gran éxito en la prevención de las recaídas por cáncer de mama", se felicita David Lane. "Saber por qué hay veces en las que no funciona será realmente importante para poder desarrollar nuevas dianas terapéuticas e identificar a las mujeres que realmente lo necesiten".
Enlace a la noticia, publicada por María Valerio el 13/11/08 en el períodico El Mundo.
2 comentaris:
Estoy deacuerdo con lo que se dice al final del post, ya que muchas veces se crean farmacos que ayudan después de sufrir una enfermedad a no recaer en ella, pero no siempre son totalmente efectivos, entonces el hecho de saber el por qué del no funcionamiento de esos farmacos es muy importante, no sólo en este caso, sino en general, porque así nos conduce a un desarrollo para mejorar estos farmacos y evitar esas resistencias indeseadas, además de darnos a conocer más sobre la enfermedad en cuestión.
Parlarem de tot açò en la regulació genètica
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