dissabte, 29 de novembre del 2008

La rebelión de las bacterias se cobra vidas

La batalla contra las infecciones, que en el siglo XX dobló la esperanza de vida, está retrocediendo en nuevos e inesperados frentes. La resistencia de los patógenos empezó en el propio hospital , y son cada vez mas resistentes .Unos 50.000 europeos mueren al año por infecciones contraídas durante la hospitalización y la mayoría de las muertes están producidas por bacterias resistentes a los antibióticos. El problema se agrava cuando estas bacterias resistentes salen del hospital, ya que cada vez se diagnostican más casos de infecciones contraídas en la comunidad que no responden a tratamientos habituales.

Los microorganismos van más deprisa creando resistencias que la industria farmacéutica produciendo nuevos antibióticos. A pesar de esto, no estamos en la situación de nuestros antepasados, que no disponían de ningún tipo de fármaco , y nosotros de muchos , aunque es cierto que las posibilidades de morir de una infección relativamente común están aumentando, explico Jerónimo Pachón , jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

"Las resistencias surgen porque las bacterias evolucionan y también porque el mal uso y abuso de los antibióticos les está dando la oportunidad de adaptarse y crear nuevos mecanismos de defensa. Y los microorganismos que se han atrincherado en los hospitales son precisamente aquellos que son capaces de resistir mejor el ataque de los antibióticos.” añade Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del hospital Clínic de Barcelona.

Los factores que contribuyen al retroceso son los siguientes:
En primer lugar, el mal uso de los antibióticos, o porque se prescriben cuando no son necesarios o porque el paciente no cumple las pautas de dosis y tiempo prescritas.
Un efecto indirecto es el progreso médico, ya que vivimos más años , pero cada vez hay más enfermos crónicos , que ingresan con los patógenos a cuestas. Los datos hablan por si solos, ya que entre 7 y 15 pacientes de cada 100 que ingresan en un hospital contrae una infección allí mismo, y el 10% de ellos , es decir 1 de cada 100, morirá no de la enfermedad por la que fue ingresado sino por la infección que contrajo allí.

"Estamos viendo algunos tipos de infecciones hospitalarias para los que no hay ninguna alternativa de tratamiento o las que hay no son del todo efectivas", explica Benito Almirante, jefe clínico de Enfermedades Infecciosas del hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. Ejemplos serian la Pseudomona aeruginosa, que prácticamente no tiene solución terapéutica, o el Staphilococcus aureus, que infecta con frecuencia las heridas quirúrgicas y puede provocar neumonía o infecciones de sangre y tejidos blandos. Su hábitat mas propicio son las unidades de cuidados intensivos , y primero creo resistencias a la penicilina y más tarde a su sucesora la meticilina. Entre el 20% y el 40% de las cepas de esta bacteria son resistentes a la meticilina . Aunque quedan dos fármacos ninguno ofrece garantías de efectividad en todos los casos.¿Cuanto tardara este estafilococo en hacerse resistente también a estos antibióticos?
o la Escherichia coli, bacteria presente en la flora intestinal, que puede pasar de convertirse en fácilmente curable en casa , a necesidad de hospitalización, por su resistencia a los fármacos comunes.

También las neumonías causan estragos. Pueden estar provocadas por diferentes patógenos, pero el más frecuente es el neumococo. El mal uso y la automedicación con antibióticos, recuerda Trilla, había conducido a que España figurara entre los países con mayor tasa de resistencia de este patógeno a la penicilina. Se llegaron a alcanzar tasas del 40%.

Gracias a las campañas públicas para un mejor uso de los antibióticos , estas resistencias han bajado un 25 %. Esta buena noticia se ve eclipsada pro que paralelamente ha aumentado la resistencia frente a los antibióticos alternativos, ya que ahora estas cepas tampoco responden ante la eritromicina, y un 3% de pacientes tampoco a las quinolonas, si el neumococo genera nuevas resistencias , puede llegar a ser un gran problema.

"Las resistencias crecen", explica Rafael Cantón, "porque los distintos microorganismos no sólo tienen la capacidad de mutar y cambiar su estructura para defenderse, sino que pueden transferirse unos a otros esa propiedad. Muchos de ellos comparten hábitat, nuestro propio cuerpo. Para defenderse y hacerse resistentes, producen unas enzimas que destruyen el antibiótico, y los genes que controlan estas enzimas se encuentran en unos elementos móviles de la estructura del microorganismo, que pueden pasar de uno a otro". En un contexto de búsqueda de éxitos rápidos y rápidos retornos, la industria ha perdido interés por los antibióticos. No aparecen como un producto especialmente atractivo: obtener un nuevo fármaco cuesta no menos de diez años y, en condiciones tan cambiantes, mejor no arriesgarse.

El doctor Pachón es, sin embargo, optimista: "Si no hiciéramos nada, en 20 años podríamos llegar a una situación muy comprometida. Pero somos muchos los que estamos trabajando para saber más y seguir ganando la batalla de las infecciones".

Los ciudadanos no son conscientes de cómo contribuyen a perder la guerra cuando se autoprescriben antibióticos o cuando dejan de tomarlos antes de lo que su médico les ha recomendado. No son conscientes de que son un tesoro que es preciso preservar .

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2 comentaris:

Elena Martínez ha dit...

Por desgracia, existen una serie de enfermedades que son inmunes a los tratamientos, lo que implica una mayor complicación a la hora de tratarlas. Pero, lo que aun es más impactante es conocer que los inicios de estas bacterias resistentes tuvieron lugar en los propios hospitales, lugares dónde todos acudimos para ser curados. Con el paso del tiempo estas bacterias se han hecho más fuertes, lo que provoca una mayor resistencia a los antibióticos, pero otro factor que también influye a este hecho es la actitud de toda la sociedad frente a los medicamentos. Es verdad, que muchas veces por un simple resfriado acudimos antes a la farmacia que a nuestro propio médico para que nos recete los medicamentos apropiados. No nos damos cuenta, pero este simple hecho deriva en un mal uso y abuso de los antibióticos, favoreciendo de esta manera a la creación de mecanismos de defensa por parte de las bacterias y de barreras para tratar las enfermedades.
Un post muy interesante.

Rafa Mollà ha dit...

Post interessant i també la reflexió del comentari