Biólogos de la Universisdad Nacional Autónoma de México tras 12 años de investigación han podido concluir que la giarda dudenalis (parásito que coloniza y se reproduce en el intestino delgado causando dolores y diarreas) sí tiene nucleolo, pero sus dimensiones son tan reducidas que se ubica en la frontera visual del microscopio óptico y el electrónico de forma que se dificulta su localización.
Este microorganismo, también conocido como giarda lamblia, fue considerado durante muchos años como el eslabón perdido entre el mundo de las bacterias o procariotas, sin núcleo y los animales y plantas, eucariotas.
Y es que su núcleo mide entre los 0.2 y 0.3 micras, tamaño inusual y inapreciable respecto al de los humanos o plantas que mide aproximadamente unos dos, tres o cuatro micras.
Ahora, gracias a la localización de su núcleo se podrá controlar la afección que provoca la giarda y desarollar nuevos fármacos para su cura.
Para ver la completa información sobre la noticia, pincha aquí.
Este microorganismo, también conocido como giarda lamblia, fue considerado durante muchos años como el eslabón perdido entre el mundo de las bacterias o procariotas, sin núcleo y los animales y plantas, eucariotas.
Y es que su núcleo mide entre los 0.2 y 0.3 micras, tamaño inusual y inapreciable respecto al de los humanos o plantas que mide aproximadamente unos dos, tres o cuatro micras.
Ahora, gracias a la localización de su núcleo se podrá controlar la afección que provoca la giarda y desarollar nuevos fármacos para su cura.
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** foto de una giarda duodenalis.
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